jueves, 15 de diciembre de 2011

Salsodromo para la Feria de Cali 2011


Por cuarto año consecutivo, la apertura de la tradicional Feria de Cali este 25 de diciembre estará a cargo del Salsódromo.

'A ritmo de salsa' se moverá este desfile cargado de color y danza por cuenta de reconocidos bailarines del género musical que caracteriza a la ciudad y de orquestas en vivo que prenderán la rumba para 18 mil espectadores que se espera lleguen a presenciar el 'show'.

Desde la 1:00 p.m. hasta las 6:00 p.m. dos comparsas, cuatro carrozas con una orquesta en vivo cada una y 1.250 bailarines recorrerán la Autopista Sur, entre carreras 39 y 56, 'corazón de la feria' también este año.

Cada comparsa estará conformada por dos escuelas de categoría A, integradas por 50 bailarines cada una y una escuela de categoría B integrada por 20 bailarines.

A la 1:45 p.m. comienza abriendo el desfile la comparsa Titicó, la novedad de este Salsódromo. Constará de una chiva con 110 personas entre bateristas, congueros, timbaleros, bajistas y bailarines, de las cuales 16 se ubicarán en las ventanas tocando la campana, instrumento que identifica a los salseros.

Viene después 'el opening' del Salsódromo, conformado por el pasado, presente y futuro de la salsa. El pasado, representado por 30 bailarines de vieja guardia, entre mujeres y hombres; el presente por la escuela de salsa Swing Latino, campeones de salsa 2011; y el futuro por las cuatro escuelas de bailarines de categoría infantil que quedaron finalistas en el Festival Mundial de Salsa como son: Miniswing, Chiquibabies, Proyecto Estilo y Sabor y Son de Luz.

Luego, y para ir ambientando la fiesta, los amantes de la música cubana tendrán la oportunidad de bailar al ritmo de otra comparsa con Los Guaracheros de Regla, congueros invitados al certamen.

Inmediatamente se abren paso las ocho alas temáticas del Salsódromo, donde 26 escuelas de salsa pre-seleccionadas en julio pasado bailarán a ritmo de son, mambo, cha cha chá, guaracha, pachanga, bugaloo, salsa y salsa fusión.

Cada dos alas temáticas tendrán una carroza. En ese sentido, a la de mambo, que es la segunda que aparecerá en escena, le seguirá una carroza con la academia Constelación Latina y la orquesta Cali Latino, ganadora del Festival Mundial de Salsa.

Después, paso seguido al ala temática de guaracha, hará su aparición la segunda carroza que llevará a bordo a la orquesta La Misma Gente, que está celebrando 33 años de vida musical y es recordada por éxitos como 'Titicó', 'Juanita Aé', 'Raquel' y 'Llegaste tú'.

Fruko y sus Tesos con Wilson Saoco y los artistas del 'Joe', La Leyenda estarán a bordo de la tercera carroza. De Fruko se recuerdan éxitos como A la Loma de la Cruz, Confundido, El Ausente y A la Memoria del Muerto.

Y para cerrar el certamen, este año el turno es para el conocido como 'Sonero del Mundo' o el 'Faraón de la salsa', Oscar D'León, exponente de la 'salsa dura' en escenarios internacionales.

Lista la programación de la 56ª edición del Aguinaldo Boyacense


Artistas boyacenses, nacionales e internacionales aparecen en la programación de la edición 56 del Aguinaldo Boyacense, del 16 al 24 de diciembre.

Actos religiosos como las novenas, de esparcimiento como las cabalgatas y los desfiles de carrozas y verbenas musicales con artistas de ritmos variados y de diversas latitudes.

En la lista de artistas locales aparecen orquestas y agrupaciones del departamento de Boyacá como el maestro Jorge Veloza y San Miguelito. Nacionales como Fruko y sus Tezos, Gali Galeano, Pipe Bueno, Darío Gómez y Jorge Celedon, entre otros.

En lo correspondiente al cartel internacional de artistas, la lista la encabezan Los Tigres del Norte con sus más de 40 años de historia, La Billos Caracas Boy y Los Melódicos de Venezuela y el merengue de Wilfrido Vargas entre otros más.

Actividades deportivas, de recreación familiar, de talento artístico y hasta un reinado popular, figuran en la programación que aparece en su totalidad en la página electrónica
www.aguinaldoboyacense.com/

jueves, 13 de octubre de 2011

2.836 bailarines encendieron el Festival Mundial de Salsa

'Fruko' le pondrá su sabor esta tarde al programa que empieza el 10 de octubre temprano.


En su propia voz, 'Fruko' hablará de esos días cuando empezó en los Corraleros de Majagual y luego se fue metiendo en ese ritmo que se vislumbraba: la salsa.

Julio Ernesto Estrada, el nombre del artista, le pondrá el paso hoy al Festival de Salsa, que se encendió desde el fin de semana con las eliminatorias de chiquilines y jóvenes en el teatro al aire libre Los Cristales.

Allí se lucieron 79 parejas y 49 grupos con sus trajes de colores, lycras escarchadas, maquillajes y peinados llamativos para ser elegidos.

El secretario de Cultura, Carlos Rojas, dijo que el Festival no es un show, sino un verdadero proceso ligado con los barrios y sus gente.

Luis Alberto Sevillano, productor del Festival, dijo que fueron preselecionados 20 representantes en cada competencia.

De 10 a 12 de la mañana es el taller de pasos básicos para niños de 5 a 13 años.

A las 2 p.m. se presenta el primer capítulo de la serie documental Popularísima Salsa con Saoko, Jairo Varela, Alexis Lozano, Willie García, Jimmy Saa, transmitida por Telepacífico y realizada por Andrea Arboleda.

A las 3 p.m. hay foto audición con los locutores Alfredo Palacio Rivera, Edgar Hernán Arce, Benhur Lozada; los discómados 'El Profe y Go Go'; los bailarines Jalver Leudo y el Guaracho; y el moderador César Augusto Ortiz.

A las 4 p.m. hay conversdatorio con el arreglsiat y director de orquesta Andrés Viaáfara, Alejandro Ulloa y Umberto Valverde.

A las 5 está José Aguirre, el mejor trompetista de la salsa colombiana.

A las 6 sigue el conversatorio con 'Fruko', Rafael Quintero, Valverde y Ulloa.

A las 9 el taller de Baile Salsa Caleña Nivel 1 con Carlos Alberto Estacio.

Siguen los talleres Nivel 2 con Jhon Casanova y boogalo con Jhon Alexander Diez.

La programación académica sigue el miércoles 12 de octubre y jueves 13 de octubre y la Gran Final irá viernes 14, sábado 15 y domingo 16 de octubre en la Plaza de Toros de Cañaveralejo.

Toda la programación en:

http://www.festivaldesalsacali.com/

domingo, 25 de septiembre de 2011

Cartel de lujo para el homenaje a Joe Arroyo en Bogotá

Fruko y sus tesos
Foto: Archivo particular


Salsa de los 70 sonará el viernes 16 de septiembre, a las 7:00 p.m., en Aguapanelas Internacional.

El elenco que se presentará en honor a 'El Joe' está conformado por Fruko y sus Tesos, Latin Brothers, Luis Felipe González, Wilson Manyoma 'Saoko' y La Orquesta de la telenovela 'Joe La Leyenda'.
Bogotá vivirá una gran noche de salsa con los mejores exponentes de la música salsa de los años 70s. Todos los artistas formaron parte de la carrera musical del Gran Joe Arroyo y ahora en Amor y Amistad quieren rendir tributo al grande que partió. Una jornada musical inolvidable.

La orquesta de la novela 'Joe la Leyenda' por primera vez en vivo en Bogotá, deleitara a los asistentes con la música de uno de los cantantes de la música caribeña más importantes y junto a Fruko.
Latin Brothers y Wilson Manyoma 'saoko' descargarán todas sus baterías recordando sus grandes éxitos y al gran Piper Pimienta.

Desde Venezuela, Luis Felipe González no podría hacer falta para transmitir su bajo y son que lo ha hecho merecedor del cariño de los colombianos.

Apertura de puertas a las 6:00 p.m., primer artista en el escenario a las 9:30 p.m. Eventos para mayores de edad.

REDACCIÓN VIVE.IN

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El 16 de septiembre Bogotá rendirá un homenaje a El Joe a ritmo de las mejores agrupaciones y los mejores recuerdos musicales.


Este viernes 16 de septiembre Bogotá disfrutará de la mejor salsa de los 70´s, rindiendo un merecido homenaje al cantante y compositor cartagenero Álvaro José Arroyo, “El Joe”. Fruko y Sus Tesos, Latin Brothers, Luis Felipe González, Wilson Manyoma “Saoko” y por primera vez en Bogotá la orquesta de la telenovela “El Joe, La Leyenda”.

La cita a la que no dejará de asistir ninguno de sus seguidores es este viernes 16 de Septiembre en Aguapanelas Internacional, donde no sólo tendrán la oportunidad de tener más cerca que nunca a estos grandes exponentes del género, sino además ser testigos del gran homenaje que se le ofrecerá en la capital al Gran Joe Arroyo en el mes del Amor y La Amistad.

Temas de Fruko como “El preso”, “El caminante”, “A la memoria del muerto”, “El ausente” y “Los charcos”; de Latin Brothers como “Sobre Las Olas”, “Patrona de los Reclusos” y “Pegaso”; de Luis Felipe González como “La sirena”, “Londres”, “Canción india”; Y de Wilson Manyoma como “Tu sufrirás”, “Mosaico santero” y “El son del tren”, entre muchas más, serán coreados por el público cuando en el escenario aparezcan estas esplendidas e inconfundibles voces de los grandes exponentes de la salsa de los 70´s. 

sábado, 27 de agosto de 2011

Fruko en Cartagena: "Soy un paisa costeño"


El 90 por ciento de Joe, la leyenda, es ficción y el 10 por ciento es realidad, declaró Luis Ernesto Estrada "Fruko" en rueda de prensa en Cartagena, invitado del III Festival de la Hamaca Grande que rinde homenaje a Joe Arroyo.

Manifestó estar de acuerdo con el carisma del actor que lo interpreta, ya que durante la época dorada de Fruko y sus Tesos, uno de los valores que transmitió el artista fue la disciplina.

“Antonio Fuentes López, pionero de radiodifusión y la música colombiana para el mundo, fue como un padre para mí y uno de mis grandes maestros. Estuve con él desde mis 14 años hasta 1983 en que murió. Le afiné sus guitarras poco antes de morir”.

“Fue Antonio Fuentes quien me puso en contacto con la música de Cartagena y de la Costa, y a Joe lo conocí en Montería y no e Puerto Colombia como dice la telenovela, fue en uno de los Festivales del Río, cuando cantaba en la agrupación Los Diamantes, de Rubén Darío Salcedo.

Nací en el barrio Naranjal de Medellín el 7 de julio de 1951. Yo me considero un paisa costeño. Aprendí a querer a la gente de la costa que es la gente más feliz que conozco y no me imagino cómo sería Colombia sin esa alegría y creatividad de los costeños.

Así como aprendí a querer a la gente y su música, también me enamoré de la comida costeña: el bocachico, el suero. Gracias a Discos Fuentes conocí a Eliseo Herrera y a los Corraleros de Majagual, a Clímaco Sarmiento, cuya Vaca vieja, fue lo primero que se grabó en Discos Fuentes.


Periodico El Universal

Fruko en Cartagena en homenaje a Joe Arroyo


Fruko vino a participar en el homenaje a Joe Arroyo, en el III Festival de la Hamaca Grande. Está conmovido y feliz.

El músico Luis Ernesto Estrada “Fruko”, celebró al llegar a Cartagena, el homenaje que se le rinde a Joe Arroyo en el III Festival de la Hamaca Grande que empieza hoy.

“Joe Arroyo, mi hermanito del alma, era un gran artista cuyas canciones nos transmiten amor, equilibrio, paz y armonía. Él ayudó a combatir la monotonía en Europa. Se fue su cuerpo y su espíritu prima”

Fruko dijo que la música de Joe fue liberadora y produjo deleite y frenesí en el mundo. Hoy se escucha y valora en Holanda, Australia, Japón, África.

“Joe hipnotizaba a su público con su voz, su canción y su poesía”.

“Fue Antonio Fuentes quien me puso en contacto con la música de Cartagena y de la Costa, y a Joe lo conocí en Montería y no en Puerto Colombia como dice la telenovela, fue en uno de los Festivales del Río, cuando cantaba en la agrupación Los Diamantes, de Rubén Darío Salcedo.

Fruko hizo diversas revelaciones en la rueda de prensa cumplida en el Salón Vicente Martínez Martelo, de la Alcaldía, acompañado de su esposaa Rosita Garzón.

“El 90 por ciento de Joe, la leyenda, es ficción y el 10 por ciento es realidad”. Manifestó estar de acuerdo con el carisma del actor que lo interpreta, ya que durante la época dorada de Fruko y sus Tesos, uno de los valores que transmitió el artista fue la disciplina.

“Antonio Fuentes López, pionero de radiodifusión y la música colombiana para el mundo, fue como un padre para mí y uno de mis grandes maestros. Estuve con él desde mis 14 años hasta 1983 en que murió. Le afiné sus guitarras poco antes de morir”.


“Nací en el barrio Naranjal de Medellín el 7 de julio de 1951, pero me considero un paisa costeño. Aprendí en 47 años de trabajar con Fuentes, a querer a la gente de la costa que es la gente más feliz que conozco y no me imagino cómo sería Colombia sin esa alegría y creatividad de los costeños. Así como aprendí a querer a la gente y su música, también me enamoré de la comida costeña: el bocachico, el suero. Gracias a Discos Fuentes conocí a Eliseo Herrera y a los Corraleros de Majagual, a Clímaco Sarmiento, cuya Vaca vieja, fue lo primero que se grabó en Discos Fuentes”.

Cartagena es hermana de La Habana y es una potencia musical. Aquí se hizo el Himno de Colombia. Gracias a la gran inteligencia de Antonio Fuentes, Cartagena fue pionera de la radiodifusión y la música colombiana. Fuentes era un maestro de la fotografía, era ingeniero de sonido, sabía inglés, un potentado. El grabó más de 25 mil canciones”.

Al referirse al esplendor musical y a la edad de oro de Fruko y sus Tesos, dijo que “aprendí a quebrar el coco de un puño, para que se dejaran de vaina”, señalando que la disciplina fue fundamental para dirigir la creatividad y el talento de sus músicos.

Periódico El Universal

jueves, 25 de agosto de 2011

Un rey musical llamado Fruko

 Fue Lisandro Meza quien lo bautizó como Fruko, porque se parecía a una niña de seis años que en la década del sesenta, aparecía sonriente en una etiqueta de una salsa de tomate, y le faltaba un diente. A aquella niña la llamaban Fruquita, y a Luis Ernesto Estrada le faltaba también el diente frontal superior izquierdo. Al conocerlo, Lisandro Meza se rió y le dijo que él tenía un enorme parecido con la niña Fruquita. Los Corraleros de Majagual se rieron de la ocurrencia de Lisandro, y desde entonces todos empezaron a llamarlo Fruko. Así se quedó para siempre. Tal como lo ha contado Javier A. Simmonds.

Pero este bautizo es algo más que una anécdota, es el encuentro definitivo con la música del Caribe colombiano, que en aquel entonces se mal llamaba Música costeña.

Todo empezó a sus cinco años cuando su tío le compró una flauta que vendía por las calles de Medellín un hombre flaco, descalzo y taciturno. El hombre hacía sus flautas, tocaba unas canciones que nadie había oído y vendía sus flautas para comer. Ese personaje era nadie menos que Crescencio Salcedo, el autor de La múcura y Mi cafetal. En esa flauta el niño Luis Ernesto aprendió a tocar La pollera colorá.

La vocación musical de este hijo de Basudilio Estrada, un mecánico y Alicia Rincón, ama de casa y modista (ambos fallecidos), proviene del bisabuelo cubano Luis Felipe Rincón, uno de los ingenieros que trabajó con el cubano Francisco José Cisneros en la construcción del ferrocarril, quien se quedó a vivir en Medellín. Su abuelo, Luis Emilio Rincón, fue director de del Liceo Antioqueño y de La Voz Katía y fue profesor de música. Sus hijos Mario, Jaime y Jairo se convirtieron en productores musicales e ingenieros de sonido. Antes de vincularse sus tres tíos a Discos Fuentes, trabajaron en Discos Ondina.

Huérfano a sus 13 años y se vio obligado a trabajar para ayudar en su casa. A esa edad, su tío Mario Rincón le consiguió un trabajo de utilero y mensajero en Discos Fuentes, fundado por el cartagenero Antonio Fuentes. Por la casa disquera Fuentes pasaban artistas de todo el país y del mundo. Y en las treguas de su trabajo como mensajero y cargador de cables, el futuro Fruko empezó a tocar a escondidas los instrumentos que guardaban los músicos. Así aprendió a tocar el piano, la batería, los timbales, la guitarra, etc. Pero Antonio Fuentes lo regañó por tocar los instrumentos sin permiso y terminó despidiéndolo por su reincidencia. Allí conoció el niño a los músicos del Caribe colombiano: a Calixto Ochoa, a Lisandro Meza, Alfredo Gutiérrez, Eliseo Herrera, Julio Herazo, Chico Cervantes, César Castro de la Rosa. Muy pronto, a falta de un baterista, el mismo Fuentes volvió a llamar a su empleado, y le propuso que tocara la batería en Los Corraleros de Majagual.

Nada es gratuito en la vida de un artista: Detrás de la ventana de su cuarto en el barrio Naranjal en Medellín, el viento arrastraba los sones antillanos y el bolero de América Latina que venía del bar Cumaná: Benny Moré, Rolando Laserie, Daniel Santos, Nelson Pinedo, entre otros. Este es el comienzo de un hombre que ha consagrado su vida a la música y ha sabido cosechar una siembra múltiple en todo el país. Un buen día vio llegar a Discos Fuentes a todos aquellos seres que había soñado conocer: el primero fue Daniel Santos.

Fruko vino a Cartagena acompañado de su esposa Rosita Garzón, al III Festival de la Hamaca Grande que este año rindió homenaje a Joe Arroyo. En Medellín acaban de entregarle la Medalla al Mérito Paisa. “Usted se merece la Medalla al Mérito Colombiano”, le dijimos. Estaba emocionado de regresar a Cartagena y reencontrarse con su amigo Eliseo Herrera. Sobre la serie televisiva sobre la vida de Joe, dijo a El Universal que “El 90 por ciento de Joe, la leyenda, es ficción y el 10 por ciento es realidad, pero ha motivado a la teleudiencia colombiana en descubrir la música que se hacía en aquellos años”.

Sobre la interpretación que hacen de su vida, dice que se siente bien representado en el sentido de la disciplina y la mística que infunde el personaje a sus músicos. Por supuesto, que en la vida real fue más intenso y contundente. Y Fruko se ríe que el personaje que lo interpreta no toca ningún instrumento.

—¿Quién es Luis Ernesto Estrada, “Fruko”, como ser humano?

—Mire, yo nací en el barrio Naranjal de Medellín el 7 de julio de 1951, pero me considero un paisa costeño. Aprendí en 47 años de trabajar con Fuentes, a querer a la gente de la costa que es la gente más feliz que conozco y no me imagino cómo sería Colombia sin esa alegría y creatividad de los costeños. Así como aprendí a querer a la gente y su música, también me enamoré de la comida costeña: el bocachico, el suero. Gracias a Discos Fuentes conocí a Eliseo Herrera y a los Corraleros de Majagual, a Clímaco Sarmiento, cuya Vaca vieja, fue lo primero que se grabó en Discos Fuentes”.

—¿Cómo pudo sobrellevar tantos temperamentos creativos en su orquesta Fruko y sus Tesos?

—Aprendí a quebrar el coco de un puño, para que se dejaran de vaina. La disciplina fue uno de los principios, pero no sólo ese. A mis músicos le entrego un croquis para que afinen su vida, para que tengan una mente clara y limpia y sepan qué quieren hacer con su música. Un buen músico tiene que saber manejar y administrar su propia vida, debe ser humilde, sencillo, espiritual. En primer lugar, está Dios, luego están los formatos técnicos de la música, el manejo mental y los retos que cada uno se imponga. En eso de la música yo me vuelvo un cienciólogo. Les enseño siete divisiones administrativas: el conocimiento de la gramática, les digo: si nosotros tenemos un Premio Nobel de Literatura, tenemos que conocer la gramática, la música es algo más que técnica, tenemos que aprender control de calidad, manejo de las finanzas, promoción, ventas, les inculco preveer y ahorrar.

—¿Cómo fue la experiencia suya al conocer a Álvaro José “Joe” Arroyo?

—Lo conocí a sus 13 años en Montería en una de los Festivales del Sinú, cantando en Los Diamantes, de Rubén Darío Salcedo. Y me fascinó la fuerza de su voz. ¡Qué bella voz tenía el negrito! Joe hipnotizaba a su público con su voz, su canción, su sentimiento, su poesía. No fue en ninguna caseta de Puerto Colombia y en ningún carnaval como aparece en la serie televisiva. Joe, mi hermanito del alma, fue un gran artista y un liberador de sentimientos e ideas. Sus canciones ayudaron a combatir la monotonía en Europa y transmitieron a lo largo de más de cuarenta años de composiciones: amor, equilibrio, paz, armonía. 750 millones de latinos en el mundo se sintieron menos solos al escuchar sus canciones. Su música fue disfrutada por igual por colombianos, africanos, holandeses, australianos. Joe se fue en cuerpo pero prima su espíritu y el deleite y el frenesí que produjeron sus canciones. Lo veo como un sonido liberador.

—¿Intentó alguna vez inculcarle esos valores espirituales que ha mencionado?

—Claro que sí. Hicimos el intento pero no fue posible involucrarlo en esta concepción de la que le hablo, porque tampoco lo permitió su última esposa.

—¿ Qué conocía usted musicalmente de Cartagena?

La música del país empezó en Cartagena. Esta ciudad es hermana de La Habana y siempre ha sido una potencia musical. Aquí se hizo el Himno de Colombia. Siempre me ha impresionado lo prolífica y versátil que es musicalmente la Costa, con sus porros, cumbias, chandés, vallenatos, paseos, paseítos, etc. Y grandes músicos como Lucho Bermúdez, Clímaco Sarmiento, el autor de La vaca vieja, el saxofonista Rufo Garrido, Pedro Laza, Lalo Orozco, Lucho Pérez o Lucho Argaín, Crescencio Camacho, Ángel Vásquez, Eliseo Herrera, Hugo Alandete (¿No lo dejan salir del Corralito de piedra), para citar algunos de ellos, que conformaban el sonido de Cartagena, dentro de la inmensa diversidad y riqueza musical de las ocho zonas de Colombia: la zona andina, pacífica, Costa Caribe, llanera, isleña, del sur del país, con todos los ritmos y sonoridades: desde los cantos indígenas y africanos, antillanos e isleños, caribes, etc. Creo que en Colombia estamos surtidos de todo musicalmente hablando. Música regional que se abrió al mundo y aprendió a mezclar sonidos, sin perder su belleza original. Vea usted el fenómeno de Los Corraleros de Majagual.

—Cómo conoció usted a Antonio Fuentes?

—Antonio Fuentes López, pionero de radiodifusión y la música colombiana para el mundo, fue como un padre para mí y uno de mis grandes maestros. Estuve con él desde mis 14 años hasta 1983 en que murió. Fundó su empresa en 1934 en Cartagena y más tarde la trasladó a Medellín. Le afiné sus guitarras poco antes de morir. Fuentes era un maestro de la fotografía, era ingeniero de sonido, sabía inglés, un potentado de la inteligencia. Cartagena se convirtió gracias él en epicentro de la radiodifusión y en una empresa discográfica nacional. Pero esa empresa suya proyectó nuestra música al mundo. El grabó más de 25 mil canciones. A él le debemos el impulso y descubrimiento de talentos musicales en la región y el país. Fue él quien me puso en contacto con la música de Cartagena y de la Costa.

—¿Tuvo alguna cercanía con el músico Justo Almario?

Fue Justo Almario quien me llevó a conocer a Mongo Santamaría. Usted sabe que Justo Almario siendo estudiante en Berklee fue músico escogido en la banda de Duke Elington.

—¿Cuáles han sido sus maestros musicales?

Es difícil enumerar, pero puedo decirle que uno de mis maestros en el piano han sido Arthur Rubinstein, Vladimir Horowitz. Count Basie, Richie Ray, Chick Corea, Noro Morales, la pianista colombiana Teresita Gómez más grande que tenemos y con quien siempre he querido grabar piezas clásicas. Con ella he tocado a Stravinsky. Ella que siente nostalgia por querer tocar salsa y yo que tengo nostalgia por tocar clásicos.

Conocer el Caribe fue asomarse al mundo
Sí: conocer el Caribe fue como asomarse al mundo. Luis Ernesto Estrada “Fruko”, supo desde temprano que un solo formato no era suficiente para abarcar la diversidad musical colombiana para hacerla competitiva ante el mundo. Fue asi como concibió The Latin Brothers, como respuesta a Dimensión Latina de Óscar D’León, con su éxito Llorarás. Fruko sorprende al mundo en 1974 con la aparición del primer álbum de la orquesta The Latin Brothers, con Edulfamit Molina Díaz, «Píper Pimienta» Díaz, como voz líder, y dirección musical de Julio Ernesto Estrada. Se impusieron canciones que hoy son referente emocional de los colombianos: Las caleñas son como las flores, Patrona de los reclusos, Buscándote, Sobre la solas, Dime qué pasó, entre otros. Ya antes, había lanzado la orquesta La Sonora Dinamita, fundada en 1960, que arrancó con dificultades ya que sus músicos trabajaban en orquestas simultáneas. Su director Julio Ernesto Estrada, logró reintegrar a sus miembros en 1975. Uno de sus músicos destacados fue el cartagenero Lucho Pérez, el autor del clásico El getsemanicense, Si la vieran como anda, Se me perdió la cadenita, etc.

Fruko lanzó también Afrosound: con una primera edición musical en 1973 y la voz estelar de Wilson Manyoma Saoco. Otra iniciativa musical de alta competición musical y rítmica fue la agrupación Wganda Kenya, como respuesta a la presencia de la música del Caribe y África en Colombia. Se lanzó un primer álbum en 1976. La aparición de la orquesta Fruko y sus Tesos, entre 1976 y 1989, constituyó una Edad de Oro en la música colombiana, en el esplendor de la salsa y la valoración de los ritmos tropicales. En 13 años de éxito se grabaron 12 álbumes y Record World la consideró la Mejor Orquesta Tropical del continente. Las voces de Joe Arroyo y Wilson Manyoma son patrimonio musical del país.

El rostro de Luis Ernesto Estrada “Fruko” resplandece como un niño cuando la alcaldesa de Cartagena le regala en un estuche sofisticado una hamaca tejida por los artesanos de San Jacinto. Desde que llegó a Cartagena no ha tenido tiempo de ver el mar, porque ha habido asedios de admiración y celebración de su vida y obra musical. Él sólo responde con una sonrisa bonachona y con su voz pausada, serena y espiritual invita a dar gracias por ese enorme artista que era Joe Arroyo. “Está allá”, dice señalando el aire invisible del cielo. “Pero se quedó entre nosotros con su música”, y se acaricia el pecho, allí, donde ha sembrado para siempre a su amigo. Rosita Garzón, su esposa, lo cuida. “Una mujer puede ser algo más que una compañía”, me dice. “No todos los músicos han tenido buenas compañías que administren algo más que dinero”, y para ella Fruko, es un ser humano excepcional que compone, dirige y arregla, con un alto sentido espiritual. Sin eso sería imposible que hubiera existido Fruko. Ella se sonríe orgullosa.


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La huella del maestro

Es un maestro de la sencillez este gigante de la música colombiana. Luis Ernesto Estrada trazó un mapa sonoro de Colombia para el mundo e impulsó el destino musical de artistas como Joe Arroyo, Wilson Manyoma Saoko, Píper Pimienta» Díaz, May González, Juan Carlos Coronel, La India Meliyará, Joseíto Martínez, May González, John Jairo Murillo, entre otros. Quiere regresar a Cartagena a final de 2011 a compartir con los nuevos músicos su propuesta de hacer de la vocación artística una empresa organizada.

Su experiencia como director musical, como músico, como arreglista, como productor, es proverbial. Sensible, disciplinado, espiritual, llama la atención a sus músicos de afinar el espíritu ante las tentaciones del mundo. Aún rompe un coco de un puñetazo, como quien busca descifrar el misterio de la música.

Periódico: El Universal

sábado, 6 de agosto de 2011

Fruko ‘calienta’ con su salsa en Bucaramanga

Angélica Moreno/ VANGUARDIA LIBERAL
 

Acompañado, quizá, de la tristeza que embarga su corazón por el reciente fallecimiento del ‘Joe’, pero con la ‘sabrosura’ que lo caracteriza, el maestro ‘Fruko’ realizará hoy viernes en Bucaramanga su primer concierto tras la muerte del cantante cartagenero, adoptado por la ‘arenosa’, que el pasado martes dejó un gran vacío en la música colombiana, unido a un enorme legado cultural, orgullo de Colombia.
 

Julio Ernesto Estrada, ‘Fruko’, llegó a Bucaramanga. El compositor, productor, intérprete y director de orquesta, que de la mano de sus ‘tesos’ y de la inolvidable voz del 'Joe' Arroyo, así como de Wilson ‘Saoko’ Manyoma, dio vida a grandes éxitos como: ‘El preso’, ‘El Caminante', ‘Los Charcos’,‘Tania’ y ‘El Ausente’, entro otros, llegó para deleitarnos con el espectáculo 'Fruko Sinfónico'.


Acompañado, quizá, de la tristeza que embarga su corazón por el reciente fallecimiento del ‘Joe’, pero con la ‘sabrosura’ que lo caracteriza, el maestro ‘Fruko’ realizará hoy viernes en Bucaramanga su primer concierto tras la muerte del cantante cartagenero, adoptado por la ‘arenosa’, que el pasado martes dejó un gran vacío en la música colombiana, unido a un enorme legado cultural, orgullo de Colombia.

Esta vez, unido a la Banda Sinfónica de la Universidad Industrial de Santander, UIS, dirigida por el maestro Nelson Henry Cruz, la ‘Frukomania’ invadirá el auditorio Luis A. Calvo de la UIS a partir de las 7:00 p.m., para hacer una remembranza por los éxitos musicales que impuso la Orquesta ‘Fruko y sus Tesos’ y que, hoy acompañados por una orquesta de más de cien músicos, brindarán una fusión entre lo sinfónico y la cultura popular.

“Después de haberle dado el último a dios al ‘Joe’ venimos llenos de esperanza, acorazados de la buena música colombiana. La tristeza hoy se va a convertir en alegría porque haremos un homenaje a este gran intérprete. Los gestos hermosos tras su muerte han sido una ilustración de amor nacional hacia él y hoy no será una excepción con este concierto”, destacó el maestro Julio Ernesto Estrada al recordar al cantante fallecido y una de las voces insignias de los ‘Tesos’. 

El Maestro no pasó por Bucaramanga sin reconocer la importancia de estos espacios culturales en el país.

“Ya hemos tenido la experiencia de estar con ‘Fruko Sinfónico’ en otras localidades y siempre es un placer encontrar a intérpretes que tocan música clásica y que se suman a este espectáculo sinfónico que retoma la música tropical y de orquesta. Ellos la sienten y la viven porque es suya”, añadió.

Además, aprovechó su llegada a la capital santandereana para exaltar talentos y hombres santandereanos que le han dado valiosos aportes a la música colombiana.

“Aprovecho para mandar un saludo al maestro Alfonso Guerrero, otro pionero de nuestra riqueza musical”.

‘Fruko’, con 47 años de trayectoria musical, es una de las personas más significativas en el ámbito artístico popular de nuestro país. Ha hecho parte de agrupaciones como los Corraleros de Majagual, Fruko y sus Tesos, Latin Brothers, entre otros.

(Foto y artículo: Angélica Moreno/ VANGUARDIA LIBERAL)

sábado, 30 de julio de 2011

'Fue un apóstol de la música', dijo Fruko sobre el Joe Arroyo

Joe Arroyo

Artistas del país y del mundo expresaron su pesar por la muerte del gran músico.

Julio Estrada, 'Fruko', su compañero de orquesta durante muchos años, entre lágrimas expresó su tristeza en 'La W' por la partida de su "hermanito lindo". Lo consideró "un batallador" y recordó que era "un muchacho que de Cartagena salió para el mundo a brindar alegría".

Compungido, 'Fruko' dijo que "él sigue vivo en mi corazón y en el de los colombianos porque su obra es magna, grande y muy especial".

Recordó los momentos que compartieron cuando empezaron la orquesta 'Fruko y Sus Tesos', y después, cuando "abrió su gran carrera con su orquesta".

Además, 'Fruko' describió al Joe como "un apóstol de la música, de la liberación, de la gente que sufre".

Tania fue el primer éxito grande dedicado a su hija y fue 'Fruko', el arreglista de esa canción, "el que le puso los acordes con el piano".

El amigo recordó el momento en el que cantó en Barranquilla justo dos días después de la muerte de su hija, Tania, y admiró su valentía.

"Nos dejó ese legado a todos los colombianos y al mundo. Es inolvidable mi amigo. Nos sentimos orgullosos de él, de lo que hizo, de sus canciones. Que Dios lo guarde y lo tenga en la gloria", acertó a decir en medio del llanto.


A su turno, Carlos Vives afirmó que Joe "siempre fue muy cariñoso conmigo", e hizo repaso de un día en Cartagena donde participaron juntos en un evento.

"Tuve la oportunidad de trabajar para él y de ser su productor. Recuerdo su felicidad en Cartagena aquella noche. Estuvimos hasta tarde hablando en el hotel", y se mostró agradecido de haber tenido la oportunidad de cruzar en su vida con Arroyo.

Otro que expresó su pesar por la muerte del Joe fue el salsero Óscar D'León quien a través de su cuenta en Twitter escribió: "Cuatro hermanos tengo en el cielo: Celia Cruz, Tito Puente, Rafi Mercado y ahora Joe Arroyo".

Willie Colón, también a través de Twitter resaltó el legado del cantante y afirmó que "su voz seguirá presente".

Checo Acosta calificó la muerte del artista como una "gran perdida para la tierra" y una "ganancia para el cielo"

"Mis lágrimas no cesan. ¡Se ha ido el mejor! El amigo, el ídolo, mi hermano mayor. Descansa en paz men. Dios te ama", consignó también a través de la red social


Otro salsero internacional, Eddy Herrera, le dio el pésame a la familia del Joe y "a Colombia por la partida de este gran arstista Colombiano, que en PAZ descanses JOE

Editorial El Tiempo

sábado, 16 de julio de 2011

Julio Ernesto Estrada 'Fruko' cumple 60 años


 Debido a la muerte de su padre, Julio Ernesto Estrada tuvo que empezar a trabajar a temprana edad. A sus 12 años ingresó a la casa disquera Discos Fuentes, con sede en su Medellín natal, como mensajero y utilero, y allí se familiarizó con los instrumentos musicales, en especial con el bajo y el piano, y no pasó mucho tiempo para que le dieran una oportunidad, a sus 14 años, en la orquesta Los Golden Boys.

Luego crearía, en 1970, una de las orquestas más importantes de la salsa nacional, Fruko y sus Tesos, catapulta de músicos como Joe Arroyo, Wilson Saoko y Piper Pimienta Díaz.

La suya ha sido una larga historia en la que además ha fungido como integrante y creador de otras agrupaciones como The Latin Brothers, Wganda Kenya, Sonora Dinamita... Y todo eso en apenas 60 años de vida, que celebra este 7 de julio. Ese cumpleaños redondo es el que hace que Radio Nacional rinda homenaje esta semana al gran Fruko, nuestro artista de la semana.

Fuente: Radio Nacional de Colombia

sábado, 2 de julio de 2011

'Fruko Sinfónico', melodías que se integran

Santander de Quilichao celebra su aniversario

La salsa tendrá este 15 y 16 de julio la sonoridad propia de las sinfonías clásicas, de la mano del Maestro ‘Fruko’ y la Banda Escuela de Música de Santander de Quilichao.

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Suministrada/EL LIBERAL

REDACCIÓN CULTURAL

Una muestra magistral de salsa sinfónica es lo que presenciarán los asistentes al evento musical denominado “Fruko Sinfónico”, ensamble entre la orquesta del director, compositor e intérprete Julio Ernesto Estrada ‘Fruko’ y la Banda Escuela de Música de Santander de Quilichao, que este año llega a su aniversario número cien.

La presentación de “Fruko Sinfónico”, que coincide con la celebración de los 256 años de vida político-administrativa del municipio de Santander de Quilichao, se realizará en la ciudad de Cali el viernes 15 de julio, y en Santander de Quilichao el sábado 16 en el polideportivo municipal a partir de las siete de la noche.

Según Cristóbal González, director de gestión cultural de Santander de Quilichao, esta presentación en la que se espera contar con más de 50 músicos en escena, hace parte del acto central de aniversario del municipio nortecaucano, caracterizado especialmente por la incorporación de la música salsa a la cotidianidad de su gente.

A su vez Juan José Fernández Mera, alcalde municipal, señala que “Santander de Quilichao se ha destacado por ofrecer a propios y visitantes, espectáculos de gran categoría y reconocimiento como el Festival Internacional de Música Clásica en Semana Santa, y con “Fruko Sinfónico” pretendemos reforzar nuestro importante calendario cultural, ofreciéndole a nuestra gente una opción distinta de diversión con corte internacional”.

Así pues, los amantes de la salsa muy seguramente disfrutarán durante este evento musical de la interpretación sinfónica de ‘El Preso’, tema insignia de la orquesta ‘Fruko y sus Tesos’, melodía que según el maestro Fruko “ha sido una de las 10 salsas más escuchadas en el planeta por más de tres décadas seguidas”.

El reto es grande y la Banda Escuela de Música de Santander de Quilichao dirigida por el maestro Arbey Castro, está a la altura, pues su innegable calidad musical, el esfuerzo y dedicación de sus jóvenes músicos, sumado a los numerosos galardones obtenidos, garantizarán que ‘Fruko Sinfónico’ sea un éxito sonoro en la región.
Periódico El Liberal, Popayán (Cauca) Colombia

martes, 21 de junio de 2011

¡Oye, te hablo desde la prisión!

1.'Salsíbiri' a lo Fruko

"¡Oye, te hablo desde la prisión!" es un lamento salsero inmortal, el grito de guerra de 'El Preso', que cuando la escuchan los 'puertorros' en sus festividades de San Juan y Nueva York creen que proviene de alguno de sus legendarios artistas. Lo que muchos olvidan quizá es que el dueño de ese canto herido es un negro de voz visceral, con un 'tarro de trueno', 'tumba tarimas', Wilson Manyoma. Un hijo del barrio El Troncal, al nororiente de Cali y descubierto por un grande de la salsa, pero colombiano, Julio Enrique Estrada, más conocido como 'Fruko'.

Este disco ha marcado tanto la vida del director de Los Tesos que hoy lo conserva en su 'ringtone', como para que no olvide nunca sus inicios. Gary Domínguez, propietario de la taberna la Casa Latina, en Alameda, no duda en afirmar que Fruko fue un precursor de la salsa nacional y el primero que se atrevió a incursionar en el ritmo arrebatador que en los setentas sólo hacían los músicos puertoriqueños y 'newyorquinos'.

Es que aunque este 'todero' de la música (productor, compositor, bajista, cantante, corista, arreglista) comenzó tocando tropical con los Corraleros de Majagual en 1965, su golpe musical quedó marcado cuando, en un viaje a la Gran Manzana, fue contagiado en el Bronx Latino por las descargas que tronaban de la mano de Richie Ray, Willie Colón, Ray Barretto, Eddie Palmieri y otros grandes del género.

Fue en ese momento, recuerda el musicólogo caleño Richard Yori, que Fruko comienza a experimentar musicalmente y en sus producciones aparecen como marcas de ADN el 'Jala Jala' de Richie y las descargas de Nelson y sus Estrellas (con 'Payaso' y 'Forastero', temas que interpretó Fruko con Joe en la voz).

Estrada saca su primer 'long play' en 1969 y lo bautiza 'Tesura', pero no logra conectar con un público, sobre todo el de su tierra, Medellín, más acostumbrada a Lucho Bermúdez, La Billos Caracas y Los Melódicos. Es allí cuando Fruko se da cuenta que tiene que proyectar su música, descender de la montaña y buscar el Valle. "Tuvimos un padrino muy especial en Cali que fue José Pardo Llada, él nos ayudó mucho con sus comentarios", recuerda el pionero de la salsa colombiana.

Pero sólo fue a mediados de los setenta cuando Fruko llega a su consagración musical y crea lo que el escritor y gran conocedor de la salsa y música antillana, Medardo Arias, denomina la Fania Colombiana. Sí, Fruko encuentra, tal vez sin proponérselo, una fusión perfecta de lo mejor del Caribe y del Pacífico representado en las voces de Álvaro José 'Joe' Arroyo, Edulfamit Molina Díaz 'Piper Pimienta' y Wilson 'Saoko' Manyoma.

Pero es en Cali, en la capital de la rumba, donde explosiona 'el salsíbiri', ese ritmo que impone Fruko, y comienza a despuntar una historia musical que tendrá en 'El Preso', cantado por Manyoma, uno de sus íconos. El Escondite, Honka Monka, Las Vallas, Sol de Medianoche y el Abuelo Pachanguero, famosos grilles de la época, conocen el talento de la orquesta colombiana, donde alterna con 'caballos' como Héctor Lavoe.

Jorge Hernán Tello, imberbe rumbero en los setenta, recuerda que "la orquesta de Fruko tenía que competir muy duro en Cali, porque aquí llegaba música de muy buena factura. Nuestros oídos estaban acostumbrados a las descargas de Richie, a la voz de Héctor, a la magia de Ismael Rivera... Le tocó duro, pero en los grilles sonaba y se bailaba 'El Ausente', 'Tania', 'El Caminante'".

Wilson 'Saoko', una de sus voces principales, recuerda que Fruko era un hombre muy estricto, tanto que acepta que tuvo que salir de la orquesta por algunos problemas de indisciplina. Pero reconoce que su música lo dejó a los pies de los principales escenarios de América Latina y EE.UU. Con su banda y al ritmo de 'Oriza', 'Manyoma', 'Tania', 'El Preso' y 'A la Memoria del Muerto', Fruko 'la rompió' en el Madison Square Garden y recibió el premio de la Revista Record World a la mejor Orquesta Tropical de América.

Hoy, con 60 años y 42 álbumes en su historia, Fruko, como en sus comienzos, sigue rompiendo esquemas. "Ahora estamos en un proyecto que se llama Fruko Sinfónico, es otra dimensión. Serán 70 músicos en escena, con arreglos sinfónicos de nuestras obras, entonces allí vamos cumpliendo y satisfaciendo gustos", dice Estrada con el mismo sabor que imprime en las tarimas.

2. Cocínalo Fruko

Lo expulsaron del colegio cuando niño porque privó a varios compañeros con sus fuertes puños. Por eso, "tuve que ponerme a trabajar desde los 11 años", dijo. A esa edad llegó a Discos Fuentes como utilero. Su buen oído y disciplina lo llevaron a ser ascendido a los seis meses: se convirtió en el grabador de artistas de la talla de Julio Jaramillo.

Fue Lisandro Meza quien lo apodó Fruco, así lo confirmó el artista costeño: "Es que a él, cuando niño, le faltaba un diente y a mí se me parecía a la muñequita insignia de las conservas Fruco y le dije: tú te pareces a esa muñeca y él enseguida se tapó la boca. Todo el mundo muerto de la risa y desde ese día se quedó 'Fruco'". Fue el maestro Estrada quien, tiempo después, cambió la letra C por la K para diferenciarse de la marca de las salsas.

Lisandro Meza fue además, el hombre que lo llevó a Los Corraleros de Majagual "porque nos faltaba un timbalero. Qué suerte: A la semana, ya estaba con nosotros en Nueva York".

El experto en salsa Ley Martin lo califica como un "genio de la música", Meza lo califica igual, "un músico superdotado, que toca lo que sea, le saca música hasta a un tubito de papaya".

El director de los Tesos, que en verdad toca 25 instrumentos, hoy es un hombre enamorado de la ginecóloga Rosa Garzón, "una mujer espectacular", con quien mantiene una relación hace diez años. Su primer matrimonio, explica, acabó porque "como me fui para EE.UU. fue perdiendo toda aquella magia del amor".

En su nuevo hogar, se convierte todos los días en el 'Cocinero mayor', desde las 5:00 a.m. "Le cocino a la esposa que se va a hacer sus cirugías, cocino desayuno, almuerzo y comida. Pero luego me dedico a hacer canciones; como tenemos los estudios de grabación también a atender a los artistas y como cienciólogo, a darles clases y a atenderlos como pacientes".

A los 60 años, cuando aún parte un coco de un solo golpe con una técnica de yoga, quiere seguir en su oficio, porque como él mismo dice, "Fruko y sus Tesos tienen una salud extraordinaria que les permite seguir viajando con su música por más de 70 países".

3.Fruko, 'El Bárbaro'

¿Era así de cascarrabias y sumiso con su señora como lo muestran en 'El Joe'?

El libretista para atraer a la gente le puso como 80 por ciento de ficción, para que el público se ría. Y eso ha gustado. Los que me conocen saben que no soy así. Y sobre lo otro, a las mujeres hay que dignificarlas.

¿No le daban esos ataques de ira ni siquiera más joven al dirigir al grupo?

Yo me caracterizo por mi fuerza, parto cocos con la mano, empujo cosas, pero no me dan esas chiripiorcas. Y otra cosa, había que ser muy diestro y severo para poder gobernar o hacer un proyecto con esos músicos jóvenes.

¿Cómo le parece la representación que hacen de 'Piper Pimienta'?

Excelente, ese actor se lució: la misma elegancia para vestir, es un bailarín espectacular, creo que es el que más se parece en la novela a los personajes originales. Y no era incumplido, fue una persona tranquila, sobria, amante de su trabajo, tan disciplinado como él, es difícil de encontrar.

¿Cuántos hijos tiene, alguno heredó sus dotes musicales?

Son tres. El mayor, Julio Ernesto Jr., dirige The Latin Brothers; es ejecutivo del estudio, que se llama Creación Continua. Estudió Ingeniería y Comercio Exterior pero se decidió por la música, tiene 40 años. Juliana y Lina María estudiaron Idiomas, y son amas de casa y trabajan en Nueva York, tienen sus matrimonios y les va bien. No soy nepotista, pero Juliana y Lina María cantan muy bien.

En su época de grandes éxitos tuvo excesos con el trago, la droga. ¿Cómo se dejó arrastrar, si usted era el fuerte, el que guiaba a los hombres de la orquesta, qué falló ahí?

Con esa pregunta me haces ver como si yo fuera un drogadicto. Yo era un hombre muy disciplinado. En el ambiente reinaba esa moda, pero mi mamá y toda mi familia me instruyeron a que no debía estar en esa moda. Precisamente, hacemos parte de una logia que, por ejemplo, en el caso de Alfredito de la Fe, lo sacó de ese mundo de adicción.

Comprendemos y tenemos la tecnología para poder sacar a las personas de la droga. Que no me vengan a decir a mí que soy un drogadicto. Mira, mi presencia y elocuencia no la tienen los drogadictos. He sido una persona que ha trabajado para la música en Colombia.

Nosotros, desde la cienciología trabajamos para sacar a las personas de la drogadicción. Lamentablemente en una época el maestro Héctor Lavoe estuvo en Juanchito con el maestro Alfredo de la Fe y ellos sí tuvieron excesos. Nosotros, los de la agrupación, algunos tomaban licor y como era la moda, tenían sus amoríos. Pero para poder hasta salir del país tenían que ser unas personas disciplinadas, porque entonces en otras naciones no los iban a recibir. Tenemos nuestros pasaportes activos, nuestros documentos como el del DAS, el pasado judicial, el documento de la Procuraduría, hojas limpias como personas normales y cabales.

Hay dos versiones que explican porqué usted se frenó con los excesos. Una, porque con tragos golpeó a un amigo y otra que porque estuvo a punto de morir. ¿Cuál es cierta?

La primera respuesta es que yo no me dejo fregar, al que le pegué es un arrogante, que en ese momento pretendía ponerme en ridículo, yo saqué mi mano, mi mano pesa y pega duro y le rompí la nariz. Al otro día, él claro, como yo me tomaba una botella de aguardiente en cuatro vasados, me dijo que yo le había pegado y en ese momento, pues yo no recordaba por los excesos del licor y por eso dejé de tomar licor hace como 30 años, porque mi mano es una mano multada.

La segunda es que estábamos grabando merengue y el merengue es un ritmo que requiere de mucha destreza y fueron como ocho días haciendo presentaciones, no se cuidaba el metabolismo, no se comía bien, un día el cuerpo ya no dio más y me dio estrés muscular. Ahí fue donde le pedí al señor Dios, en el túnel, que me dejara aquí. Y de allá para acá todo ha sido muy bueno; gracias a Dios tuve esa alerta, así son las cosas de Dios, que nos da la oportunidad de redimirnos.

Hasta Pablo Escobar lo tentó...

Ah, sí, también. Me invitó a que hiciera parte de su organización, eso fue en una presentación que teníamos en el Hotel Intercontinental. Nosotros somos músicos profesionales y hemos tenido la manera de salir airosos de esa circunstancia y le pedimos al Señor no estar sino en nuestro asunto profesional que es la música.

¿Su señora, 'Aura', era así como en la novela? ¿Ese es su verdadero nombre?

Nooo. Los libretistas le ponen esos ingredientes para seducir a la teleaudiencia.

¿Su primera esposa cómo se llamó?

Matilde Elizabeth. Y no tenía esos comportamientos. (Se oye voz de mujer al fondo). ¡Ay! vea, vea, la esposa está muy molesta con esas preguntas de la esposa anterior y hasta se me pone frenética, entonces a ver si obviamos esa pregunta y pasamos a otra, por favor.

Listo maestro, listo. ¿Por qué ha descrito a su abuela como negrera?

Mi abuela, Rosa de la Parra, no gustaba de la raza africana. Un día le pedí el favor de que me dejara ensayar en la casa con Los Corraleros de Majagual y dio el permiso, pero ella no sabía que iban a venir unos señores morenos, a los que sólo se les veían blancos los dientes.

Al verlos se puso muy brava, pero cuando los empezó a escuchar le cambió la cara y todo ese resentimiento cultural. Se puso cariñosa, se le olvidó el racismo y les preparó dulces, mazamorra, los llamaba entonces 'mis corraleros'.

La música cambia todos estos malos sentimientos. Mi abuela se murió preguntando por Los Corraleros, que ha sido una agrupación muy bonita de Colombia para el mundo.

domingo, 19 de junio de 2011

Fruko, el teso de la sabrosura

Así se describe él: nariz de negro, caderas de negro y pies de negro. Sabrosura de negro, como lo que tanto detestaba su abuela, doña Rosa de la Parra, quien solía decir con desprecio: “Negro ni mi caballo”. Y con alma de negro le nació su nieto Julio Ernesto Estrada, Fruko, el que convirtió la canción El preso en un clásico, un himno, un inmortal de la salsa. Sus manos son enormes y fuertes, con una fuerza descomunal que él llama “titánica”. Con esos puños reventó muchas narices, fracturó algunos brazos y peleó tantas veces que la fama de buscapleitos, de bravucón, se regó por el barrio de su niñez: Naranjal, en Medellín. “No se junten con ese Julio”, decían las señoras. Y decían también los profesores de la escuela República de Chile, que le declararon la guerra y le impidieron volver a pisar el colegio.

“En esa escuela estudiábamos con muchachos de clase alta. Ellos iban a estudiar con zapatos finos y nosotros con unos tenis sencillos, de esos de marca Croydon. Trataban de humillarnos, pero yo no me dejaba. Me iba de golpes. Me convertí en un pelionero hasta que me sacaron de la escuela”, dice Fruko con risas, desde el quinto piso de un edificio en el barrio Laureles de Medellín. Más adelante volverá a referirse a su fuerza titánica, pero con un dejo de vergüenza, de arrepentimiento por las noches de fiestas y trago y drogas que terminaban en golpizas con un extraño, con un mesero, con algún amigo. “Una mañana, después de una rumba de esas, me llamaron y me dijeron ‘vaya a tal hospital, a la habitación 405’. Cuando llegué me encontré con un compañero con la cara hinchada, con el suero en un lado y sangre en el otro. ‘¿Qué te pasó?’, le pregunté. ‘Vos que casi me matás anoche’. Así terminaban las fiestas”.

Las fiestas desmedidas, con mujeres y aguardiente y todo lo que Fruko deseara porque era Fruko y era él quien pagaba. Las fiestas que decidió abandonar para siempre hace 28 años. No más, dijo. Su salud empezaba a flaquear por los excesos. Todavía hoy los 125 kilos de su cuerpo —dice su esposa, Rosa Garzón, ginecóloga— siguen siendo reflejo de los malos hábitos de aquellos años. Nada queda del niño flaco del barrio Naranjal que se trepaba en los árboles, que correteaba por los frutales. Esa fue su niñez, en la casa de la abuela Rosa. Vivían él y su mamá, Alicia Rincón, y sus dos hermanos: Luis Alberto, ingeniero mecánico y cantante de ópera, quien falleció de un paro cardiaco; y María Victoria, artista. Su padre, Baudilio Estrada, se fue del hogar muy temprano. “Tenía otra mujer”. Tenía a Berenice, y a otros dos hijos. Pero seguía preocupándose por ellos, enviándoles costales repletos de mercado.

Vivían también en aquella casona de Naranjal los tíos Jaime, Mario y Jairo. Los tres, compositores e ingenieros de sonido, que le presentaron al sobrino la industria de la música. Trabajaban en Discos Ondina y traían a la casa siempre los últimos éxitos de Edmundo Arias, y los de Guillermo Buitrago que cantaba la abuela. “Cómo me compongo yo en el día de hoy, cómo me compongo yo en el de mañana”, corea Fruko. Todo era música porque habían nacido con ella en la sangre, la del bisabuelo cubano Felipe Rincón, que llegó a Colombia a construir las obras de Puerto Colombia y el Túnel de la Quiebra.

Y ya el niño tocaba los tarros de galletas fantaseando con que eran timbales, y ya los vecinos de Naranjal sospechaban que el flaco —“el terror del barrio”, según su tío Mario— tenía talento. Por esos tiempos, al cumplir los 11 años, sucedió la expulsión de la escuela. “¿Qué vamos a hacer con este muchacho? Nos va a tocar ponerlo a vender periódico en las calles”, decía su madre molesta. Un tío político lo llevó a trabajar en Discos Metrópolis. Llegó a ser mensajero, prensista, almacenista, secretario. En las noches, cuando las salas de grabación se desocupaban, el muchacho ensayaba con los instrumentos. Compró su primera conga y meses después una flauta a Crescencio Salcedo, el compositor de “yo no olvido el año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas…”, canta Fruko. Tenía 14 años cuando su padre murió y él heredó las responsabilidades del hogar: pagar el mercado y los servicios. Tenía la misma edad cuando Antonio Fuentes, fundador de Discos Fuentes, lo contrató. Había escuchado que el muchacho, al que empezaría a llamar Joselito, era trabajador y comprometido. Se convirtió en el utilero del estudio: acomodaba los micrófonos, los cables, los atriles.

Y ya el niño sabía cómo poner a sonar los timbales, las congas, la flauta y más instrumentos, cuando apareció la oportunidad de tocar con Los corraleros de Majagual. Ocurrió cuando el país estaba saturado de música venezolana y Antonio Fuentes, preocupado por la suerte de la banda, puso un ultimátum: “No sé qué vamos a hacer, pero tenemos que cambiar de ritmo”. Y en ese momento entró el niño Julio a escena: “Don Antonio, ¿me da un chance? Escuche esto”. Y tomó los timbales, la conga y el güiro y empezó a tocar: “ting-tung-tun-tun-ting-tuntún”. “A ese ritmo yo lo llamé ‘el billo’, es alucinante, frenético, pone a bailar a la gente. Cuando salió al mercado fue magnífico. ‘Quiero sentarme contigo en la hierbita, en la hierbita, en la hierbita…’, ‘Hace un mes, hace un mes que no te veo, hace un mes que no te abrazo…’ ”.

Se hizo el timbalero de Los corraleros de Majagual. Se hizo luego el bajista. Era el niño de la orquesta. Era Joselito. Viajó a Venezuela, a Estados Unidos. Tocó en el Manhattan Center, de Nueva York. Compartió escenario con Tito Puente, Willie Colón, Héctor Lavoe, Richie Ray y Bobby Cruz, Ismael Rivera, La Sonora Matancera. Se enloquecía en el escenario. Con su sabrosura y su fuerza titánica golpeaba los timbales hasta quebrar las baquetas, y sus palmas en las congas estropeaban los cueros. El público estallaba en frenesí.

Luego de seis años se empecinó en la idea de que en Colombia existiera una orquesta de salsa, de ese ritmo alegre y festivo que interpretaban aquellas glorias. Y creó Fruko y sus tesos. “En el argot de mi ciudad, ‘tesos’ significa echados pa’lante, o sea guapos, valientes”, suele repetir en las entrevistas internacionales. Primer álbum: Tesura (“no pasó nada con ese disco”, reconoce su tío Mario). Primer éxito: A la memoria del muerto, en la voz de Piper Pimienta (asesinado en 1998). Primer éxito en el exterior: La fruta bomba. Otras canciones inmortales: El ausente, El caminante, Manyoma. La cúspide del éxito: El preso (escrita por Álvaro Velásquez).

La gloria le llegó a Fruko cuando era muy joven. Le llegó acompañada de todo lo que la gloria implicaba en ese momento, en el que —en palabras de él— la narcocultura se había apoderado de todo. Él mismo la enfrentó cara a cara, una noche, en un baño del Hotel Intercontinental de Medellín. “Fue la única vez en la vida que crucé palabra con Pablo Escobar. Me dijo: ‘métase un pase hombre. Deje los instrumentos y véngase a trabajar conmigo. Yo sé que vos pegás duro, que sabés disparar’”. Fruko sabía disparar. Le gustaba el tiro al blanco. “Con un rifle de copas le pegaba a un fosforito a 20 metros”. La gloria le llegó a Fruko y se le desbordó.

Hoy es otro, lo dice él, lo dicen su esposa, Rosa, y su tío Mario. “Fue como pasar de la noche al día”. Es fiel creyente de la Cienciología. Está enamorado de la rubia de pelo ensortijado, ropa ajustada, ojos verdes y rasgados que conoció diez años atrás. No toma. No fuma. “No comemos ni chicharrón ni carnes rojas. Tenemos una dieta muy balanceada. Trasnochamos sólo cuando hay conciertos”, dice ella. Están casados por lo civil y este año, que él cumple 60 y ella 49, planean la boda en un altar. Quieren tener hijos. Eso está diciendo Rosa cuando timbra su celular. “Oye, te hablo de la prisión…”, es la música que sale de su teléfono. “Habla la esposa de Fruko”.

La herencia del salsero

¿Qué significa ‘Fruko’ para la música colombiana? La pregunta la responde Jaime Andrés Monsalve, jefe musical de la Radio Nacional de Colombia. “Mucho se ha hablado acerca de la importancia que don Julio Estrada ha tenido para el desarrollo de la salsa. Redundar en esas buenas labores iría en detrimento de la verdadera impronta que, de manera algo silenciosa, ha dejado Fruko para la música en general: la de ojo avizor de talentos”.

Y continúa: “El desarrollo sonoro de la música popular le debe todo a Discos Fuentes y, en ese sentido, la disquera le debe todo al olfato de Estrada: cuando su propio grupo se le quedó pequeño para desarrollar otros géneros populares e invitar a más cantantes, se inventó a los Latin Brothers. Cuando la cumbia psicodélica al estilo peruano era lo que se imponía, impulsó el nacimiento de Afrosound. Y como respuesta al creciente movimiento isleño en la música de los 70, hizo que naciera Wganda Kenya”.

Fruko en frases

"Un día llegó Lisandro Meza al estudio y me dijo que me parecía a la muñequita de trenzas que publicitaba una salsa de tomate. Ahí empecé a llamarme ‘Fruko’ ".

"Tengo más de ocho mil temas grabados. Largas horas en estudios acompañando a grupos, duetos, grandes orquestas".

"He estado en los mejores lugares del mundo. He comido en el Molino Rojo en Francia y también al lado del río Amazonas con indígenas que no tienen un peso".

"Nuestras canciones, que eran el refugio de muchos desdichados, eran plegarias: ‘Virgen de las Mercedes, patrona de los reclusos’".

Carolina Gutiérrez Torres | Elespectador.com

martes, 10 de mayo de 2011

Biografía de FRUKO


Fruko y sus Tesos es un grupo musical de colombia, encabezado y dirigido por Julio Ernesto Estrada, conocido como Fruko.

Fruko (Julio 7, 1951) Es un compositor, productor, intérprete y director de orquesta, Nació en Medellín, Colombia.

Empezó a cantar y a tocar con los amigos del barrio a la edad de 6 años. Por entonces comenzó, a ganarse la vida participando en concursos. En 1963 firmó su primer contrato para hacer de chico de los recados en Discos Fuentes, mítica compañía dedicada especialmente a la música latina y fundada por Antonio Fuentes en 1934. En 1965, entró a formar parte de Los Corraleros de Majagual, con los que grabó durante siete años. En un principio utilizaba el sobrenombre de Joselito, pero luego le empezaron a llamar Fruko por su parecido con un personaje de un anuncio de conservas que decía: "La salsa de tomate Fruco (nombre original del producto)... el secreto del sabor".

En sus giras con Los Corraleros de Majagual se codeó con maestros de la talla y fama de Calixto Ochoa, Eliseo Herrera, Abraham Núñez, Lisandro Meza y Julio Erazo.

En Nueva York conoció el auge de la salsa y, de vuelta en Colombia, grabó el disco Tesura en 1970. De esta producción solamente se prensaron 400 discos. Se destacan los temas :Tesura, Botando Corriente, Improvisando y El Vidriero.

Ése fue el origen del nombre del grupo Fruko y sus Tesos; siendo "teso" sinónimo de "tieso", daba a entender que eran "los duros del barrio".

Al principio, Fruko no tuvo éxito, pero no se desanimó y siguió grabando y editando discos hasta que logró que el público demandase más canciones. Sus éxitos Oriza, El Ausente, El Tronco Seco, A la memoria del muerto, El Caminante, Tania, Manyoma y El Preso, fueron hits en Colombia y Estados Unidos. A mediados de la década de 1970, la música de Fruko y sus Tesos, con las voces de Edulfamid "Piper Pimienta" Diaz, Joe Arroyo y Wilson Saoko, era muy popular, no sólo en Colombia sino también en el resto de latinoamerica. Alcanzaron cierto éxito musical en los Estados Unidos, e incluso tocaron en el Madison Square Garden y lograron el premio de la revista Record World a la mejor orquesta de música tropical de América.

En 1993, Fruko reunió una gran orquesta para rendir homenaje a Pérez Prado y su obra. En los dos siguientes años hizo lo mismo para los ritmos cubanos.